Recuerdo que la última vez dije: "Yo no soy de esas personas que arman escándalos, simplemente guardaré silencio y me alejaré si me entero de algo que no me guste".
Y así lo hice.
Me cansé de esperar, de aguantar, de luchar, de fingir, de mentir y de dar todo a cambio de nada.
Me cansé de la inmadurez, de la inestabilidad, de la mediocridad, de la hipocresía, de las mentiras y de la indiferencia.
Me cansé de los chismes, de ser la última en enterarme de todo, de las verdades que me negué a creer hasta que las vi de frente, de tus juegos, de quebrarme la cabeza intentando entenderte, de esperarte, de esconderme, de estar y no estar.
Me cansé de vivir entre dudas y nuestros miedos, de no poder decir abiertamente que eras parte de mi vida, de decirte sin palabras todo lo que sentía y de que me hicieras sentir algo que nunca sentiste por mi, de quererte tanto y de intentar que sintieras lo mismo, del vacío.
Me cansaste y simplemente me alejé, y sé que tú ni siquiera te has dado cuenta.